La versión Sportline del Volkswagen Polo 2018 llega a México colocándose como el tope de gama de este hatchback por debajo del deportivo Polo GTI. Las novedades de esta versión son un eficiente motor TSI de 1.2 litros con caja automática DSG y algunos detalles estéticos tanto interiores como exteriores. Lo manejamos por ciudad, carretera y autopista y tenemos nuestra opinión de este auto.
Estéticamente, el Volskwagen Polo Sportline se distingue por tener pequeños detalles en la carrocería únicos de la versión como el diseño de los rines, el anagrama TSI en la parte trasera y los espejos retrovisores en terminado negro brillante, fuera de lo anterior se tiene el mismo Polo que hemos conocido anteriormente, un tanto discreto, muy característico de los autos Volkswagen.
Al interior se tiene una cabina con buenos acabados y materiales de calidad acorde al segmento. El equipamiento es suficiente y se tiene volante, palanca y freno de mano forrados en piel y detalles exclusivos de la versión como climatizador automático, pedales de aluminio y vestiduras en tela con combinación de colores negro y beige. En cuestión de infotenimiento equipa una pantalla touch de 5” con ranura SD, puerto USB compatible con iPod, entrada AUX y sistema Bluetooth, no hay Apple Car Play ni Android Auto.
En el tema de seguridad cuenta con dos bolsas de aire, frenos ABS, controles de estabilidad y tracción y bloqueo electrónico de diferencial que lo ponen un poco por debajo de lo que se esperaría ya que por los $269,900 que hay que pagar por él, bien podría equipar un par de bolsas de aire laterales aparte de las frontales.
Lo mejor está debajo del cofre: motor 1.2 TSI
Sin duda alguna, la característica más novedosa del Polo Sportline es su motor 1.2 litros turbocargado que entrega 105 hp y un torque de 130 lb-pie que, comparado con el motor 1.6 litros de 110 hp que montan las demás versiones, éste es mucho más eficiente y más ágil gracias en gran medida al turbocargador y a la caja automática DSG de doble embrague y siete velocidades.
En ciudad, el manejo del auto es muy cómodo y contrario a algunos otros automóviles con motor turbo, las reacciones de éste son suaves y la patada del turbo no es tan agresiva, en carretera y autopista es donde se disfruta más el manejo ya que la contundencia del turbo y la muy rápida y eficiente caja DSG le otorgan cierto aire deportivo que termina de complacernos con un correcto paso por curvas y buena capacidad para realizar rebases. Claro que no es un deportivo pero esta versión Sportline ofrece un mejor manejo que los demás Polo de la gama.
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Cierto es que el motor 1.2 que monta el Polo Sportline es difícil de superar para su competencia en términos de eficiencia y prestaciones dinámicas así que en este apartado queda por encima de sus rivales como el KIA Rio HB, Ford Fiesta, Suzuki Swift y Mazda 2 pero, el lado un tanto débil de este auto alemán fabricado en la India es su equipamiento de seguridad ya que actualmente dos bolsas de aire como equipo de serie en un auto que cuesta $269,900 quedan un tanto cortas.
La nueva generación del Polo será presentada unos meses más adelante y los nuevos rivales del segmento como el SEAT Ibiza 2018 y el Suzuki Swift 2018 están también a unos meses de llegar a México.
Salvador Sánchez Díaz
Twitter: @Chava_SD
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