Hablar de una pick up es pensar en una camioneta de trabajo que fundamentalmente debe reunir tres aspectos: aguante a los malos tratos, resistencia para un uso diario con situaciones de carga y/o remolque y buena eficiencia de combustible así que nos dispusimos a probar y comprobar qué tanto cumple la Mitsubishi L200 en su versión diésel con tracción 4X4 y aquí están todos los detalles de esta prueba.
Con una reciente actualización, el modelo 2016 de la Mitsubishi L200 se encuentra disponible en México en dos versiones, una con motor a gasolina con motor 2.4 litros y 126 HP y la versión diésel 4X4 que nos tocó probar con un motor 2.5 litros, 134 HP y gran torque de 232 lb-pie, éste último parte fundamental de las capacidades de esta pick up.
Analizando el exterior de la camioneta, nos damos cuenta que no hay excesos ni gran equipamiento, ni siquiera un diseño que llame la atención, cuestión que es normal en una pick up orientada al trabajo; sin embargo encontramos detalles como faros y calaveras con un interesante diseño y algunos elementos cromados que le otorgan sofisticación a la carrocería.
Llama la atención la forma trasera de la cabina vista desde su parte lateral con forma de J y la gran altura con respecto al piso que ayuda en un manejo offroad
En el interior tenemos espacio para cinco pasajeros los cuales podrán viajar cómodamente en una cabina que se nota sólida tanto en caminos asfaltados como caminos de terracería; los materiales como plásticos de puertas, tablero y consola central se perciben con importante durabilidad para el trato diario. En cuestión de equipamiento la L200 cuenta con vidrios y seguros eléctricos, sistema de sonido con ranura USB, entrada auxiliar y iPod Ready, aire acondicionado y una instrumentación sencilla y de fácil lectura que es acompañada por una pequeña pantalla que ofrece información de la computadora de viaje.
Una verdadera cabra de monte
Dejando a un lado las cuestiones estéticas y de equipamiento, pasamos a lo realmente importante en este tipo de vehículo y lo más interesante en este producto en particular: sus capacidades dinámicas.
La combinación de un motor diésel con tracción 4X4 y caja manual de 5 velocidades en una pick up es sin lugar a dudas la gran fortaleza de la L200. En primer lugar tiene la capacidad de rodar en carretera y en ciudad ofreciendo consumos de combustibles de hasta 15 km/lt lo que se traduce en que su tanque de 75 litros es capaz de recorrer más de 1,000 kilómetros cuando no abusamos del acelerador.
En segundo lugar, los caminos maltratados y las terracerías no serán obstáculo para esta pick up. La solidez de todo el conjunto es tan buena que nos da la oportunidad de maltratarla sin que presente queja alguna. Ya en caminos de mayor dificultad, el sistema de tracción en las cuatro ruedas hará tan divertido como eficiente el manejo, el empuje y la fuerza del motor serán grandes aliados para salir adelante en charcos, lodo, caminos resbalosos, pendientes y piedras de considerable tamaño.
Al final de cuentas lo interesante de esta camioneta no está en un completo equipamiento, en un gran diseño exterior ni interior sino en lo que realmente importa en una pick up de trabajo y mencionamos al principio: durabilidad, resistencia y eficiencia, tres cuestiones que cubre por completo y que la colocan como una única opción en el mercado por su motor diésel ya que sus competidores solamente ofrecen versiones a gasolina.
Con un precio de $369,900.00 para la versión probada, la Mitsubishi L200 no defraudará a quienes buscan una camioneta para un fuerte uso diario, que busquen eficiencia de combustible y que necesiten capacidades todo terreno. Para la versión a gasolina, el precio es de $309,900.
Salvador Sánchez Díaz
Twitter: @Chava_SD
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