El auto que, literal y metafóricamente, te acerca al cielo.
Tener un sueño no cuesta nada, llevar a la realidad el sueño de manejar un Porsche 911 por unos días tampoco, lo que sí cuesta, y mucho, es alejarse de aquel auto que cumple todas y cada una de las necesidades hasta del más exigente ser humano que exista en el planeta; así es el Porsche 911, una maravillosa joya de la ingeniería alemana que en su versión Targa brinda un placer todavía más elevado hacia el cielo para todo aquel que tenga la oportunidad de disfrutarla
La experiencia de ser por unos días amo y dueño del nuevo Porsche 911 Targa inicia cuando te dan la noticia de que le podrás poner las manos encima a tan emblemático auto, a partir de ese día los nervios, las palpitaciones del corazón y la imaginación de lo que se vivirá en un futuro serán los culpables de quitarle el sueño a cualquier fanático de los autos.
Cuando llega el día esperado, la experiencia cobra vida y las emociones aumentan al tener en tus manos la increíble llave que emula la forma del auto, pintada como equipo opcional con la misma pintura de la carrocería y que también incluye el emblema de la marca cual dije de joyería fina.
Antes de abrir la puerta y pasar al interior, vale la pena admirar por un tiempo toda su carrocería la cual presume una silueta que, por siete generaciones y 50 años de vida, se ha mantenido fiel a la esencia del primer 911 presentado en el año 1963 (el primer Targa nació dos años después). Los ojos de los más observadores podrán darse cuenta que esta última generación de la versión Targa vuelve a poseer aquel arco antivuelco pintado en un característico color plata que recorre al auto de lado a lado, justo como lo portaban las primeras tres generaciones de esta versión del 911.
Targa… palabra italiana que significa «escudo» y que en este auto nos presume tener un techo muy característico que puede llegar a cambiar la configuración de la carrocería, todo ello a través de un complejo sistema tecnológico capaz de hacer increíbles movimientos para que en 20 segundos podamos disfrutar de la plenitud del sol y del aire, brindando libertad de no tener nada que se interponga entre nuestros cuerpos y el cielo al estar dentro de la cabina del auto. Imaginar tal mecanismo no es suficiente, hay que verlo y sorprendernos de la complejidad del mismo.
El interior no es menos sorprendente; el equipamiento, los materiales, los colores y las texturas no tienen queja alguna; todo está debidamente diseñado para brindar el máximo placer tanto al tocarlos como al respirarlos. Lo más sorprendente de este súper auto es el gran confort que puede ofrecer a sus dos ocupantes que podrán viajar en él (los asientos traseros son prácticamente inservibles), y es que al tratarse de un auto tan deportivo, resulta sorprendentemente cómodo pasar un día completo en él, tanto que, al final del día te despedirás del auto con una satisfacción difícil de describir.
Claro que, si se pretende disfrutar un Porsche como se debe, hay que tener la valentía suficiente para domarlo. Como buen 911, el motor boxer de 6 cilindros y 3.4 litros va situado detrás del eje trasero, el cual, junto con el eje delantero se repartirán la tracción según las situaciones de manejo mediante sistemas tecnológicos que nos harán pensar que somos unos excelentes conductores gracias a la ayuda que brindan.
La entrega de los 400 HP en la versión S y caja PDK de 7 velocidades harán que en solo 4.6 segundos el auto alcance los 100 km/hr, esto gracias al magnífico botón Sport Plus el cual endurece la suspensión, hace más sensible la dirección y el acelerador, abre el sistema de escape para otorgar un ruido más excitante y nos catapulta junto con el sistema Launch Control que verdaderamente te eriza la piel.
Alcanzar velocidades altas tampoco será problema para el Porsche 911 Targa 4S, la ingeniería aplicada y el gran arsenal tecnológico con el que cuenta, harán que el manejo se disfrute y se lleve con plena seguridad incluso a ritmos de 250 km/hr en caminos que así lo permitan. ¿Qué pasa con el techo de lona a altas velocidades? Pues llevarlo abierto será prudente y cómodo hasta los 120 km/hr, a velocidades más altas el viento empezará a entrar a la cabina y la solución será cerrar el techo y así conseguir una increíble insonorización del interior.
Enamorarse de un auto es posible y el 911 lo confirma, como en cualquier amorío, se podría seguir hablando de lo mucho que nos gusta el auto, de tantas y tantas cosas que lo hacen único, de las sensaciones brindadas que difícilmente se olvidarán, de la fiel entrega y de aquellos puntos extra que gana siendo, además de todo, un producto eco friendly con un sistema Start & Stop que le da un plus a todo lo descrito anteriormente.
Sí, no hay nada perfecto y dando de vueltas se puede decir que en cualquier situación de amor existen defectos, uno de ellos es que la llanta de refacción y las herramientas del auto ocupan el lugar de uno de los asientos traseros, una solución que seguramente tiene sus razones de ser pero que para nada luce estético.
Como todo en la vida, los finales existen y cuesta trabajo afrontarlos, superarlos y salir adelante; una de las más emocionantes experiencias de manejo que ha formado un vínculo difícil de borrar hará que cada vez que se recuerde al Porsche 911 en su versión Targa, se proyecte una sonrisa de oreja a oreja y la mente se llene de excelentes recuerdos vividos al extremo en unos cuantos días que se llegaron a disfrutar como si hubieran sido 7 largos años.
¿Precio? La versión probada 4S con caja PDK tiene un precio de lista de $2,055,853.00, aumentando el arsenal de equipo opcional con el que contaba la unidad probada alcanza los $2,337,957.00.
Texto y fotografías: Salvador Sánchez Díaz
Twitter: @Chava_SD
