Esperado por muchos, el Volkswagen Jetta 2019 llega a México en su séptima generación de vida. Un auto que tiene la gran responsabilidad de continuar siendo el favorito de muchos, el que todos tengan en la cabeza y también el que muchos aspiran a tener en su cochera. Ya lo hemos probado en su versión Highline, la más equipada de tres versiones disponibles, y te contamos si cumple o no con todo lo que se espera de un Jetta.
Con grandes aspiraciones
Desde su exterior, el Jetta 2019 se percibe como un auto más maduro que antes, con rasgos estéticos que desde algunos ángulos, sobre todo traseros, hacen recordar a algún Audi. En el frente destaca una nueva parrilla mucho más grande a la que cuesta trabajo acostumbrarse pero que sella el nuevo diseño de los futuros autos de la marca.
La versión Highline que probamos tiene todo el equipamiento esperado como luces y calaveras con tecnología LED, rines de aluminio de 17″ y doble salida de escape cromada, aunque ésta es estética y no funcional. Extrañamos, y mucho, que no haya sensores de estacionamiento ni delanteros ni traseros aunque sí hay cámara de reversa y sistema de punto ciego en los retrovisores que incluyen luces direccionales.
Tal vez te interese: Volkswagen Jetta 2019: precios y versiones en México
Podría parecer un auto más grande que el anterior y lo real es que es solamente 4 cm más largo que su antecesor, así, Volkswagen ha logrado hacer que su aspecto visual sea el de un auto más elegante desde cualquier ángulo que se le observe.
En el interior sigue siendo el sedán amplio para cuatro y hasta cinco personas, su cabina tiene buena insonorización incluso a velocidades altas y el buen confort es causado por la suspensión que más allá de querer ser deportiva, apuesta más hacía un perfil de suavidad para llevar de manera cómoda a sus ocupantes.
El diseño del tablero sigue la tendencia de los autos Volkswagen, con elegancia y sin excesos y dando prioridad a una protagonista pantalla de 8″ para el sistema de infotenimiento, mismo que vemos en los nuevos Golf y Tiguan y que es de los más completos, intuitivos y fáciles de operar del mercado además de incluir Volkswagen App Connect, Android Auto y Apple CarPlay.
La parte alta del tablero es limpia, la pantalla y el cluster de instrumentos parecen estar en armonía con la finalidad de qué éste último pueda ser completamente digital, equipamiento que seguramente llegará más tarde y deje a un lado los clásicos relojes que en esta ocasión cuentan con detalles en color rojo y una pantalla central con datos de la computadora de viaje.
Como buena versión tope de gama se tienen asientos forrados en piel (el del conductor de accionamiento eléctrico) con ventilación y calefacción, quemacocos de un tamaño que considera un poco la segunda fila de asientos, freno de mano electrónico, aire acondicionado de dos zonas y dos puertos USB.
En cuanto a calidad, el interior de Jetta 2019 ha mejorado de gran manera, los plásticos son suaves en su mayoría, la manufactura se percibe tan buena como la de un Golf y la combinación de colores y texturas es agradable. Solamente hay un detalle y es que los plásticos de las puertas traseras no son los mismos que se encuentran adelante.
Fórmula ganadora de MQB y TSI pero faltó DSG
La vanagloriada plataforma MQB se hace presente por fin en el Jetta y ésta le da unas prestaciones dinámicas mucho mejores que las de su antecesor, sumado a ello, el motor 1.4 TSI toma las riendas del auto y con 150 hp y 185 lb-pie de torque hacen de gran manera su trabajo, solamente queda a deber la transmisión que no es DSG ni tampoco la automática de 8 velocidades que se ofrece en Estados Unidos sino una Tiptronic de 6 marchas.
En general, el manejo del auto es lo que nos esperaríamos de la combinación MQB + TSI, buen aplomo a altas velocidades, reacciones vivas que se ayudan del correcto tacto de la dirección y aceleraciones alegres y dignas de un motor turbocargado sin llegar a ser deportivas. La dualidad de potencia / eficiencia es de lo mejor que ofrece el auto ya que a ritmos normales en ciudad promediamos 15 km/lt mientras en carretera sin problemas llegamos a 18.5 km/lt.
¿Cumple o no con lo que un Jetta debe ser?
Sí lo cumple y lo cumple muy bien aunque siendo un tanto exigentes podría hacerlo mucho mejor. En diseño general y calidad de materiales no hay queja, ha mejorado lo que antes se ofrecía pero sí existen algunos elementos de equipamiento que pudieran faltar como sensores de estacionamiento, paletas de cambio al volante y salidas de aire en las plazas traseras y dejar a un lado otros como la calefacción y ventilación de asientos delanteros o la unidad de CD colocada en la guantera.
Aún con lo anterior, el éxito en México lo tiene garantizado; siendo sinceros, el mercado mexicano puede llegar a perdonar algunos faltantes y al tratarse del Jetta, del apego por él y de lo bien que ha evolucionado en esta nueva generación, el mercado se volcará por él.
Las versiones de entrada, con misma combinación de motor y transmisión (sumando una manual de 6 velocidades), arrancan en #329,900 para Comfortline y en $372,900 para R-Line que cuenta con algunos detalles deportivos, como tope de gama queda la versión Highline que por $422,900 que se coloca en la parte alta del segmento en cuanto a precio. El detalle de cada versión de manera detallada está en esta nota.
Salvador Sánchez Díaz
Twitter: @Chava_SD