No solo en México sino a nivel mundial, el Toyota C-HR llega un tanto tarde al segmento de los mini SUV pero lo hace con un producto que rompe el molde en cuanto a los diseños conservadores que nos tiene (o tenía) acostumbrados la marca. Lo manejamos por interesantes caminos de la Riviera Maya donde comprobamos por cerca de 400 km las cualidades de este gran compañero de viaje.
El Toyota C-HR llega a México como modelo 2018 en una sola versión, se trata de un SUV más pequeño que RAV4 (la cual pronto se va a actualizar) y se coloca en el segmento donde existe una interesante competencia como Chevrolet Trax, Ford Ecosport y Jeep Renegade por parte de las americanas, Hyundai Creta, KIA Soul, Mazda CX-3, Nissan Kicks y Suzuki Vitara del lado de las asiáticas y Peugeot 2008 y Renault Duster / Captur si hablamos de las europeas.
Más allá de un diseño fuera de lo común
La Ruta C-HR en la que participamos comenzó en Tulum, Quintana Roo y luego de haber manejado desde Mérida, Yucatán el Toyota Prius C, nos encontramos con este SUV que en una primera impresión sorprende por su diseño.
Líneas afiladas, faros sumamente alargados, calaveras en forma de boomerang y medallón estilo hatchback son algunos detalles que hacen único a este C-HR, su vista lateral cuenta con una cintura que sube dramáticamente haciendo que las ventanillas traseras sean más pequeñas de lo normal y terminando con otra dramática bajada hacia las calaveras. Todo el conjunto de agresivas líneas da la impresión de dinamismo, pocas veces visto en un SUV del segmento.
La única versión disponible en México cuenta con un completo equipamiento exterior como luces diurnas de LED, rines de 17″, alerón trasero, techo tipo catamarán y detalles en plástico negro que le dan aún más carácter.
Una vez que conocimos el exterior, comenzamos una ruta en la que recorrimos durante un día completo cerca de 400 km y visitamos interesantes puntos de la Zona Maya como Cobá, Mahahual, Kohunlich y la laguna de Chakanbakab en la Reserva de la Biósfera de Calakmul, tiempo y distancia suficientes para conocer el interior y el desempeño del C-HR.
Dentro de este SUV se tiene una cabina con espacio para 5 pasajeros, la banca trasera bien puede acomodar a 3 personas pero existe una sensación un tanto rara ya que las ventanillas pequeñas no otorgan mucha visibilidad al exterior, en cambio, en la parte delantera, el espacio y visibilidad son correctos aún cuando pensábamos que la visibilidad hacia atrás podría ser un tanto limitada.
La calidad es algo que destaca y es que los materiales y la manufactura interior colocan al C-HR en lo más alto del segmento junto a Mazda CX-3 y KIA Soul. No hay ruidos interiores, la insonorización a velocidades altas es muy buena y al tacto y la vista, los plásticos y demás materiales otorgan un correcta sensación.
El equipamiento interior es igualmente competente y se tiene una pantalla touch de 7″, cluster de instrumentos con pantalla a color de 4.2″, aire acondicionado de dos zonas y encendido por botón pudiendo faltar vestiduras en tela, quemacocos y cámara de reversa.
Siendo un tanto más observadores, encontramos interesantes detalles en formas geométricas de diamante en el techo, en las luces interiores y en el revestimiento de puertas que le dan vitalidad y refuerzan su estilo trendy.
Detrás del volante, el motor 2.0 con 148 hp y 142 lb-pie de torque mueve con soltura al C-HR, la aceleración es muy lineal y puede llegar a una velocidad máxima cercana a los 190 km/h ofreciendo, incluso a esa velocidad, una sensación de confianza a los ocupantes.
La caja de velocidades es una CVT con 7 cambios simulados que apuesta por la eficiencia y al mismo tiempo regala buenas sensaciones de manejo comparándola con las demás transmisiones de este tipo. También cuenta con 3 modos de manejo (Eco, Normal y Sport) que cambian un poco el setting de la CVT.
En seguridad, tiene 7 bolsas de aire, frenos ABS, controles electrónicos de estabilidad y tracción, asistente de arranque en pendientes y Break Hold
La solidez del conjunto es destacable y se origina gracias a la nueva arquitectura global de Toyota (TNGA) y a la suspensión trasera independiente que ayudan a que en el paso por curvas y durante los cambios de dirección, el C-HR otorgue buenas sensaciones.
El C-HR es un Toyota en toda la extensión de la palabra: cómodo (aunque con una cajuela un tanto reducida, buena calidad de materiales y ensambles y sumamente confiable pero agrega un estilo diferente a lo acostumbrado con un diseño que tiene líneas fuertes y bien definidas que harán voltear a más de uno al verle pasar.
Su manejo está a la altura de lo esperado, cumple en su dinamismo y el equipamiento es completo aunque sí echamos de menos una cámara de reversa o sensores de estacionamiento, elementos esenciales en este tipo de vehículos.
Su precio en México es de $359,900.
Salvador Sánchez Díaz
Twitter: @Chava_SD